Únete y ayúdanos con la «MISIÓN VOCACIONAL» en favor de nuestros jóvenes seminaristas.
Con la atención de una madre perfecta, la Virgen María ha seleccionado, uno a uno, a los jóvenes Heraldos del Evangelio que servirán a los demás a través del camino sacerdotal. Ella los ha llamado y nos pide a nosotros que le ayudemos a cuidarlos.
Apadrina un seminarista y con tu ayuda harás realidad la vocación de un futuro sacerdote. En esta vida – y en la eterna – Dios te recompensará.
VOCACIONES DE LOS HERALDOS DEL EVANGELIO
Los Heraldos del Evangelio reciben tempranas vocaciones en 12 países donde está presente la Institución. Para la experiencia inicial, se cuenta con 20 colegios Apostólicos, en cuyos recintos, se discierne el llamado religioso.
Para la formación sacerdotal, contamos con un Seminario Mayor y uno Menor, con 234 seminaristas entre los 15 y 24 años. Así, niños y jóvenes de los cinco continentes dedican su tiempo a Dios y a la Virgen.
ESPIRITUALIDAD
Nuestra espiritualidad se centra en el amor a la Eucaristía, a la Virgen y a la Cátedra de Pedro. Hacer el bien al prójimo es evangelizar constantemente. Por eso procuramos brindar a nuestros seminaristas una formación integral, de manera que desarrollen todas sus cualidades y contribuyan - con su ministerio - a que María reine en la sociedad y en el mundo.
CARISMA
“Sed perfectos, como vuestro Padre Celestial es perfecto”, es nuestro carisma.
Los futuros sacerdotes obtienen en 7 años las licenciaturas en Filosofía y Teología, otorgadas por la Universidad Salesiana de Roma y la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB) de Medellín, respectivamente.
ORACIÓN, DEDICACIÓN Y TRABAJO
La oración es fundamental en su formación. Los jóvenes rezan cada día delante del Santísimo y acuden con fervor a los sacramentos. Este es el fundamento de su vida espiritual.
DEDICACIÓN
En nuestro centro ponemos un gran énfasis en la formación intelectual de los seminaristas para que puedan responder a los retos que encontrarán en su vida sacerdotal
TRABAJO
Cada día, los jóvenes trabajan en las tareas domésticas de su casa de formación. Descubren así la belleza de servir a los demás y ayudan a reducir los costos del seminario.
NECESITAMOS TU AYUDA ECONÓMICA
Hoy, más que nunca, México y el mundo necesitan de santos sacerdotes. Con sus oraciones y ayuda económica podremos seguir formando a aquellos jóvenes que se convertirán en los sacerdotes de mañana.