Inagotable en sus dones, el Divino Espíritu Santo hizo florecer en el seno de esta Asociación laical vocaciones para el sacerdocio, inspirando a decenas de sus miembros a consagrarse generosamente a este ministerio para el servicio de la Iglesia.
El 15 de junio de 2005, en la Basílica de Nuestra Señora del Carmen, en San Pablo, quince de ellos, entre los cuales su fundador, João Scognamiglio Clá Dias, fueron ordenados por las manos de Mons. Lucio Angelo Renna, O.C., Obispo de Avezzano, Italia.
Estos sacerdotes fueron incardinados a una Sociedad Clerical de Vida Apostólica, entonces de derecho diocesano. Virgo Flos Carmeli fue fundada por Mons. João Scognamiglio Clá Dias, E.P., habiendo sido erigida por el entonces obispo diocesano de Avezzano, Italia, Mons. Lucio Angelo Maria Renna, O.Carm. el 15 de junio de 2006.
En 2009, Mons. José Maria Pinheiro, obispo diocesano de Bragança Paulista, donde se localiza actualmente la Casa Generalícia de la Sociedad, sumando su pedido al de decenas de otros hermanos en el Episcopado, solicitó el reconocimiento pontificio de Virgo Flos Carmeli. Benedicto XVI aprobó esta sociedad el 4 de abril del mismo año.
Es también objetivo de esta Sociedad la santificación de los miembros de Heraldos del Evangelio, así como dar asistencia espiritual a las instituciones co-hermanas según la práctica y el desarrollo de los respectivos carismas.